Todos estamos encantados con este proyecto. ¡Había que terminarlo a lo grande! Y qué mejor que hacer una visita al desierto de Marruecos donde nos esperaban algunas madres para enseñarnos muchas cosas.
Hasta nos encontramos una jaima donde pudimos degustar, cus cus, dátiles y té de menta.
Una de las cosas que más nos gustó fue tatuar nuestras manos con henna.
Os dejamos unas fotos para que veáis lo bien que nos lo pasamos.
Muchas gracias a las familias de Marruecos por su colaboración.
Ha sido un proyecto espectacular que a los chicos les ha encantado.y sin darse casi cuenta an aprendido muchísimo de cada pais
ResponderEliminar