Seguro que vuestros hijos os cuentan todo lo que hacemos en la clase de música.
No todo es cantar y tocar instrumentos, una parte importante es bailar y vivenciar la música a través de nuestro cuerpo y su movimiento.
En el área artística utilizamos el movimiento y la danza con varias intenciones:
- Vivenciar el pulso y los ritmos que posteriormente estudiaremos.
- Sincronizar nuestro cuerpo con lo que escuchamos, mejorando nuestra capacidad de atención y motricidad.
- Disociar partes del cuerpo en moviento. Afianzar la lateralidad.
- Ejercitar la correcta posición del cuerpo y control muscular.
- Desarrollar el sentido del equilibrio.
- Crear reflejos para controlar la mente y el cuerpo.
- Mejorar el control del espacio en el tiempo.
- Afianzar al alumno en la realización de sus desplazamientos en el espacio y con otros elementos en movimiento (sus compañeros).
- Ayudar al niño a que conozca las posibilidades de su propio cuerpo.
- Desarrollar la creatividad y la imaginación de los niños.
- Socializar al grupo clase.
- Conocer otras culturas y países ¡¡y nuestras tradiciones!! a través de sus danzas.
"Los niños que estudian algún tipo de baile desarrollan gran capacidad para trabajar en conjunto y aprenden a aceptar a otras personas aunque sean diferentes a ellos.
En el sentido intelectual, aprender a bailar desde pequeños, los ayuda a ser más estructurados, centrados y a enfocar su atención."
Extracto de "desarrollando físico e inteligencia de los niños bailando. Plenilunia Salud Mujer. Lee el artículo completo aquí.
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