Los niños de 4 años seguimos avanzando en el conocimiento de nuestro cuerpo y la salud. Ahora ha llegado el turno de los sentidos. Las sensaciones en esta etapa son una de las fuentes principales de aprendizaje, y ocupan un papel destacado en el día a día de un aula de educación infantil. Durante la pasada semana hemos querido hacer conscientes a los niños de la información que nos aportan los 5 sentidos y ha sido una gran propuesta. Hemos propiciado no sólo el conocimiento de su cuerpo, si no que también hemos estimulado la comunicación oral, el pensamiento lógico, la concentración, la curiosidad y todo pasándolo genial.
Empezamos con el sentido del oído.
Primero los niños escuchaban un audio de sonidos comunes de su entorno y debatían y rodeaban en una ficha lo que habían escuchado.
Luego los niños agitaban botellas llenas de agua, arena, macarrones... y por el sonido tenían que adivinar lo que había dentro.
Por último los niños estuvieron explorando distintos instrumentos de percusión y tocaron una partitura fuerte-débil.
Para trabajar el sentido de la vista comenzamos jugando en clase a encontrar objetos de un determinado color, luego con forma circular, rectangular...
Después nos dividimos en equipos. Los niños observaban láminas de estimulación visual y debatían que objetos veían.
También buscaban animales en libros de láminas tipo "Buscando a Wally".
Simultáneamente otros dos equipos jugaban a juegos de rapidez y percepción visual.
Otro día para trabajar el sentido del olfato, llenamos recipientes con olores característicos como limón, hierba buena, colonia, chocolate, café, cebolla, ajo, canela... y los niños tenían que adivinar a qué olía cada una. También conversamos sobre los olores que más nos gustaban.
Luego clasificamos a través de unas tarjetas olores agradables y desagradables.
El sentido del gusto fue de lo más divertido.
Primero les dimos a probar diferentes sabores... ácido: limón, salado: sal, dulce: azúcar, amargo: café y unami: tomate rallado.
Luego les dimos diferentes alimentos y tenían que adivinarlos y clasificarlos según su sabor.
Finalmente ya sólo nos faltaba trabajar
el sentido del tacto. Usamos una caja llena de objetos de texturas diferentes. Hablamos de lo que percibíamos a través del tacto y tenían que comentar sus cualidades como duro-blando, suave-áspero, blando-duro, liso-rugoso o frío-caliente.
También nos encantó el juego de adivinar los objetos a través del tacto con una caja sorpresa.
Y esto es todo sobre nuestros talleres sensoriales. Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotros.☺
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